DESIERTOS

Cuando uno tiene la posibilidad de conversar con personas acostumbradas a marvillarse con la verde vegetación, me puedo dar cuenta que desconocen la hermosura del desierto.

Recuerdo un loco sueño que he tenido reiteradas veces. Voy volando cruzando el desierto, en pleno atardecer, en ese preciso instante donde se observa que el cielo se vuelve de un tenue color rosa si miras hacia el este, mientras en el oeste comienzan a vislumbrarse las primeras estrellas. Se asoman algunas nubecillas juguetonas, y la camanchaca se adentra en el desierto, la temperatura baja, mientras un abrazo calido y tierno te hace sentirte seguro y acompañado.

Si eres nortino, eres capaz de distinguir las diversas tonalidades en los cerros, incluso los más fanáticos, como mi padre, saben exactamente que mineral es el que le da al cerro sus colores.

Somos personas del desierto, caminamos lento debido al fuerte calor del sol, nos quedamos pasmados ante los grandes edificios, nuestra tierra desértica no permite éste tipo de construcciones. Nos habituamos a los temblores, son partes de nuestro que hacer diario. Nos sorprendimos con una llovizna,además de inundarnos y que queden miles de damnificados, por cinco minutos en que llora el cielo.

Amo al desierto, sus temperaturas extremas que te hacen cambiar de ropa a cada rato. En la mañana parece que es otoño, al mediodia las temperaturas se elevan tanto que vivimos en pleno verano, en la tarde comienza a soplar una suave brisa primaveral y en la noche vivimos el más cruel de los inviernos.

Y me pregunto entonces ¿qué se envidía del sur?, ¿la lluvia? si ni siquiera tenemos la ropa adecuada y nuestro organizmo no lo resiste, caímos con un resfriado de los mil demonios en cama. Disfrutar de lo que uno tiene parte de algo tan simple como el lugar en donde vives.

Recuerdo una vieja canción de un álbum igual de viejo, que habla del desierto, es del grupo chileno La Ley, aquí va un pequeño trozo de la misma "Maldices lo pesado de esta hora, mas ya no sientes las ganas de estar, maldices lo pesado de tu obra, mas ya no sientes delirio de ser, si te escondes das bostezos de abulia tambien.Desierto de lados transaparentes".

Disfrutemos entonces del desierto, de sus atardeceres, del frío y de su calor, de su soledad, tranquilidad, de su melancolía, sus colores y formas. Observemos lo que nos rodea para entendernos más y no olvidemos que la sensación que podemos vivir en el desierto es el recuerdo de nuestro ayer.